- Sacarme el carnet de conducir (que ya es hora).
- Aprender latín. La Vane dice que me enseña, aquí tenemos todo el material necesario, y para mí siempre ha sido una asignatura pendiente, no literalmente ya que nunca tuve oportunidad de estudiarlo, pero... ¿por qué no hacerlo ahora?
- Recordar los brevísimos conocimientos que tenía de japonés y de paso enseñárselos a la Vane.
- Leer. Tengo decenas de libros pendientes y ahora puedo meterles mano.
- Ponerme al día con las series, que son muchas y el tiempo apremia.
- Empezar un curso nuevo. Le he echado el ojo a uno sobre la enseñanza y las competencias básicas que me mola.
- No olvidarme del blog.
- ¡Las pelis! ¡Tengo otro montón por ver!
- Estaría bien dejar de fumar, pero voy a esperar a terminar con el carnet primero.
- Hacer los dos puzzles de trillonésimas piezas que tenemos en casa. En realidad es la Vane la que se dedica a ello como si de un trabajo se tratara, pero me encanta sentarme y ponerme a buscar las piezas más raras. Ahora mismo estamos con Roma Antigua de Panini en 2000 piezas y no, no es el Panini de los cromos.
Sí, se me olvidan cosas, fijo, pero qué le vamos a hacer, uno no siempre es infalible.