miércoles, agosto 26, 2009

Arranque melodramático 32

Desde que tengo memoria, los veranos han sido para mí temporada de letargo. Si pienso sobre ello llego a la conclusión de que proviene de la época del colegio. Entonces yo era un niño poco sociable, tenía un círculo de amigos muy reducido y me costaba horrores ampliarlo; durante los meses que duraba el curso académico, por contra, mis compañeros de clase no tenían más remedio que incluirme en muchas de sus actividades, mis vecinos no se iba a otras ciudades y el barrio, de alguna manera, se convertía en un entorno más agradable para mí.

Con el paso del tiempo me aficioné a leer durante los interminables meses que duraba el verano. Sólo tengo que cerrar los ojos para verme en el sillón de mi antiguo salón, que se encontraba de espaldas a la diminuta terraza (con vistas a la parte trasera de un enorme garaje privado pero una fuente de luz blanca), con la espalda sobre un apoya brazos y los pies colgando en el otro mientras leo el primer volumen de El señor de los anillos.

Por otro lado, la playa y la mayoría de actividades al aire libre nunca han sido mi fuerte y mi hobby, los juegos de rol, necesita de una habitación tranquila, aunque eso se haya sustituido en incontables ocasiones por lugares tan variopintos como el exterior del Centro Cívico, el césped de la pista de atletismo del polideportivo de Carranque o incluso la propia estación de autobuses...
También es curioso que la mayoría de mis relaciones hayan empezado en los primeros meses del otoño, pero quiero creer que esa coincidencia es algo meramente fortuito.

Si repaso mis últimos veranos... no han sido desastrosos, pero no guardo apenas ningún recuerdo que los haga memorables, a diferencia del resto del año.

El verano pasado fue una excepción. Sólo podría calificarlo de intenso. Este, por contra y para mi satisfacción, está siendo muy tranquilo. He vuelto a ese sopor que tanto me agrada, me he librado de la mayor parte de mis demonios y poco a poco se van quedando atrás las cadenas que tanto tiempo me han atado. Sé, con total certeza, que aún no he eliminado esos arranques melodramáticos que me permito de cuando en cuando y que siguen, aun a día de hoy, sonando como berrinches; esas fugas de pasión han pasado a ser artificios para los últimos pasos que me quedan.

viernes, agosto 21, 2009

Breve entrada augusta

Después de acabar (por fin) con Prince of Persia - El alma del guerrero he empezado con Los dos tronos... y de nuevo con el Europa Universalis II. El imperio Otomano me está dando más de un dolor de cabeza, es cierto que empiezan en un buen momento, a punto de tomar Bizancio y trasladar la capital a Constantinopla (no a Estambúl) y todos los eventos que saltan... pero dios; después de conseguir unificar lo que es actualmente Turquía, Chipre sigue independiente y los genoveses tienen entre ceja y ceja hacerme la vida imposible. Para colmo han empezado las sublevaciones chiíes (el imperio es sufí) y los Mamelucos siguen con el sur del Mediterráneo para desesperanza de mis provincias natales y mis ansias de conquista. Hacerme con el actual mercado de Astrakán no estaría mal, y de paso limpiar todos los Khanatos (el Chagatai y el Uzbeko) con Az Koyunlu y Qara Koyunlu fuera del mapa tendría oriente a un salto...

Y luego hay gente que va por ahí preguntándose cómo puedo saber tanto de historia y geografía...

martes, agosto 04, 2009

Aquellos maravillosos anuncios

Dado el gran éxito que está teniendo Billie the Visions and The Dancers con su tema para el anuncio para Estrella Damn he decidido rescatar otras musiquillas que se me pegaron en sus respectivos veranos.

Love & Respect de Trevor Supa T Taylor también para cerveza Damn


Amigo mío, sólo tú encuentras leña para Amstel


El famosísimo anuncio de Coca-Cola sobre despidos


Del Pita Pita Del para Coca-Cola, claro.


Dame más de Alex de la Nuez (ex Alex y Cristina) para Kas


Seguro que recordáis también unos cuantos que se os han pegado, ¿verdad?

sábado, agosto 01, 2009

Like a bat out of hell

En los confines de los Esciápodas hay un pantano donde evoca los espíritus el desaseado Sócrates; allá fue también Pisandro, pidiendo ver su alma, que le había abandonado en vida; traía un camello por víctima en vez de un cordero, y cuando lo degolló, dio un paso atrás como Ulises; después, Querofón el murciélago, subió del Orco para beber la sangre.

Las Aves -Aristófanes