Siempre hacia arriba

Como una catarata que quiere salir por el cuello de una botella, no sé por dónde empezar.

Hace como un mes hice las maletas y me fui a vivir con Chelo y con Katty a un piso compartido. Desde entonces, por muchas razones, mi vida a cambiado bastante. La responsabilidad de llevar dinero a tu propia casa es muy diferente a mi anterior situación. Limpiar tu propio piso, lavar toda la ropa, colgarla y (si se tercia) plancharla... son pequeños detalles diarios que hacen que tu vida sea otra.

Quizás me haya vuelto más paciente, más sosegado. Me tomo el tiempo que creo necesario para decidirme sobre un tema. Ya no tengo a nadie que me diga qué debo o no debo hacer, así que toda la responsabilidad del fracaso es mía, y toda la gloria del éxito también.

A diario me siguen sorprendiendo las personas a mi alrededor. Unas para bien, otras para mal. He encontrado a alguien con quien luchar hacia delante, he dejado a otras personas en el camino, quienes pensaba que no iba a volver a ver han regresado a mi vida y aquellos a los que imaginaba como inseparables ahora están tan lejos como las estrellas. Pero así es este camino.

Ahora tengo una casa a la cual invitaros a tomar un café calentito cuando querais. Ahora tengo un sitio al que volver sabiendo qué me espera allí. Ahora he cogido las riendas de mi vida.

Barón Rojo - Resistiré

Tiempo de espera

¿Qué este blog anda muy parado?

La respuesta es sí. Hace poco me he ido a vivir con dos amigas, aún no tengo internet en casa y eso tiene ciertos efectos colaterales como el que se ha producido en este blog. Sin actualizar pero sin olvidar tampoco.

Pronto volveré con más material.

Ya saben, manténganse a la espera.

¡Un saludo!