lunes, mayo 18, 2009

Verano

Ya es oficial. No sé si aún lo ha decretado el sumo emperador de las estaciones, El Corte Inglés, pero ya es verano.

Lo dice mi pantalón, lo cuenta mi camiseta... y las faldas, los escotes, las melenas al viento y en fin, todas esas hormonas que vuelan de nuestras partes más íntimas a las narices de los demás. Porque no me avergüenzo de decirlo, el verano hace que me descontrole por completo. Voy caminando por la calle y advierto que el cielo es poquito más azul que ayer, que tengo que limpiar las gafas porque el reflejo del sol es más molesto que ayer y las piernas son más largas, los escotes más ceñidos y las caras más alegres. El primer día cálido del año deberíamos tener un festival de sexo. En este aspecto nuestra cultura se ha quedado obviamente atrás, buscamos la felicidad a través de la adquisición, las páginas de vídeos amateur, los partidos de fútbol y las carreras de Alonso, pero nos olvidamos que el sexo sigue siendo tema tabú.

Hay animales con rituales de apareamiento más refinados que los nuestros, lo cual se deduce por el hecho de que no están (afortunadamente) influenciados por las películas romanticonas en las que la censura moral impide que follen libremente en la primera noche. La chica es dura, viene de vuelta de todo y no quiere nada contigo; el tipo es tímido y no se atreve a decirle que la ama... ¡Pero por Dios! No hay que olvidar que la presión social nos crea una tolerancia muy baja al fracaso y a las negativas en general. Si le proponemos a alguien una noche de sexo y nos dice que no, muchos se hundirían en la más ínfima miseria personal, cuando lo único que debería ocurrir es que esa persona o no quisiera en ese momento o con nosotros.

He de decir que, como buen predicador, hago caso omiso a mis propios pensamientos. Más de una vez he estado a punto de abordar a alguna de las mujeres con las que me he cruzado (con -5/+15 años que yo) e invitarlas a un café... así que ya de follar ni hablamos, y eso que tengo mi propio Top Ten de mujeres que conozco que me llevaría a la cama. Pero para que estos planes fueran viables deberían estar, al menos, en mente de unos cuantos. Otra propuesta inteligentísima que se va al traste por falta de quorum. Qué le vamos a hacer.

El verano ha llegado, id a la playa, bañaos, admirad los cuerpazos (cada cual que aplique su propia definición) y si podéis, follad como si os fuera la vida en ello, que a fin de cuentas es felicidad para vosotros y para la otra persona.

Un cálido abrazo.

2 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo en todo,jajaj. Yo por ahora estoy de luto sentimental, pero vaya, deseando que termine.

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  2. Fijo que el verano contribuirá a ese fin, igual que el carné, el final del curso académico (por ambas partes), et cetera.

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