No importa lo que haga. Tu ausencia se sienta en el sofá, me mira constantemente. Me levanto y doy vueltas por la habitación, simulando estar ocupado, para ver si se distrae, si otra cosa llama su atención. No hay manera.
La puedo tocar.
Pero a ti no.
Una de las mayores decepciones de mi vida fue el sucedáneo de chocolate. ¿Cómo se puede ser tan cruel para crear algo así? Desde entonces siempre miro la cantidad de cacao en las tabletas.
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