se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena;
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
Garcilaso de la Vega
Mira que yo no soy lectora de poesía, pero Garcilaso es uno de mis favoritos, sobre todo este poema (supongo que porque lo he analizado hasta la saciedad), aquí te copio otro de mis favoritos, este es de Fernando de Herrera:
ResponderEliminar¿Dó vas? ¿dó vas, crüel, dó vas?; refrena,
refrena el pressuroso passo, en tanto
que de mi dolor grave el largo llanto
a abrir comiença esta honda vena;
oye la voz de mil suspiros llena,
y de mi mal sufrido el triste canto,
que no podrás ser fiera y dura tanto
que no te mueva esta mi acerba pena;
vuelve tu luz a mí, vuelve tus ojos,
antes que quede oscuro en ciega niebla”,
dezía en sueño, o en ilusión perdido.
Volví, halléme solo y entre abrojos,
y en vez de luz, cercado de tiniebla,
y en lágrimas ardientes convertido.