martes, marzo 02, 2010

Un nuevo amanecer

Tras una serie de rocambolescas situaciones que pusieron patas arriba mi vida me encuentro metido de lleno en una relación a largo plazo.

¿Difícil de creer?

Dímelo a mí.

Si fuera de esos que se dejan llevar por las movidas new age te diría que los planetas se han alineado para que de una vez me vayan las cosas bien. Como no lo soy, te diré que me he currado hasta el último pixel de este jpg, que nada de lo que tengo ahora es fortuito. Mi trabajo me ha costado, como se suele decir.

Pero como siempre, hay variables. Hay ciertos valores que no puedes atribuir alegremente porque, simplemente, no dependen de ti. Así que imagina un modelo en el que todas las variables tuvieran el valor más adecuado para tu situación concreta. Ahí estoy yo.

En este momento comparto mi vida con una mujer sorprendente. Por vez primera me veo en una relación en la que no hay fecha de caducidad, junto a una persona con la que soy yo mismo, hasta el punto de hacer esas cosas tan íntimas que sólo haces en casa que ni bajo los efectos del alcohol me atrevía a hacer delante de mis más íntimos amigos (aunque bajo los efectos de muchísimo alcohol creo que alguna vez se me ha escapado en el New York).

Para muchas personas eso puede ser lo habitual, para otras algo tan escaso como la nieve en Málaga. Para mí en concreto (que a fin de cuentas es quien más me importa) era inconcebible y se ha convertido en mi día a día.

Desprenderme del miedo a dejar o que me dejen o vivir el presente sin pensar mucho en el pasado han sido elementos clave en esta situación, tanto como liberarme de las cargas que llevaba conmigo y que ya no eran importantes, olvidarme de cómo era para centrarme en ser y un sin fin de cambios que se suceden sin parar en mi interior.

No consigo recordar un momento de mi existencia en el que haya estado tan feliz de ser yo mismo, en el que eso me haya traido tantas recompensas.

Sé porqué es así.

Podría haber empezado por aquí y haber resumido toda esta entrada en esta frase.

Soy feliz.

5 comentarios:

  1. Me alegra el cambio, el que te retractes en la entrada anterior porque como te comentó alguien a mí también lo que más me gusta de los blogs es que la gente hable de su vida (alma de cotilla que tiene una). Y como soy parte interesada, me encanta esta entrada, lo que te fuera a decir me lo callo y ya te lo demuestro.

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  2. Me encanta que por fin todos los fantasmas del pasado, todo lo que has luchado y a lo que te has tenido que enfrentar se vea de alguna manera recompensado. Me alegro de verdad. Y que todo eso lo haya conseguido una visita, un fin de semana...una pequeña pelirroja, me alegra aún más.
    ¿VES?Esto no es merengue y no vomito...si no que me alegra de verdad.
    Te lo mereces...
    ...y ella también.

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  3. Patri (porque supongo que el Anónimo eres tú), creo que te confundes. Todo lo que tengo ahora no lo ha conseguido una visita, un lugar, una persona... más bien al contrario, si yo no hubiera estado en ese momento tan especial, tan positivo, tan activo, nada de esto hubiera pasado (esa es la idea de fondo de toda esta entrada). También tienes que comprender que este es mi blog, que existe desde hace mucho (más de dos años) y que, principalmente, hablo de mí.

    Me alegra que te alegre, a ti, a Deli... es un cambio tener gente cerca dispuesta a felicitarte cuando las cosas te van bien.

    Gracias de todo corazón.

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  4. :_)
    a mi no me sale decir nada más

    no es fácil decir que un@ es feliz...

    muchos besitos guapo! ya sabes que me alegro un montón por ti

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