lunes, junio 15, 2009

El miedo al miedo

Según la Real Academia Española esto es el miedo:

miedo.
(Del lat. metus).

1. m. Perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario.
2. m. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.

~ cerval.
1. m. El grande o excesivo.

~ insuperable.
1. m. Der. El que, anulando las facultades de decisión y raciocinio, impulsa a una persona a cometer un hecho delictivo. Es circunstancia eximente.

a ~, o a ~s.
1. locs. advs. ants. Por miedo, de miedo, o con miedo.

ciscarse de ~.
1. loc. verb. coloq. Tener muchísimo miedo.

de ~.
1. loc. adj. coloq. U. para ponderar algo. Hace un frío de miedo. Fulanita está de miedo. U. t. c. loc. adv. Canta de miedo. Presume de miedo.

mucho ~ y poca vergüenza.
1. expr. U. para reprender a quien teme mucho el castigo y comete sin recelo el delito que lo merece.

Según la wikipedia,
El miedo es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente o futuro. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano.

Partiendo de ahí hablemos del mayor miedo que, en mi opinión, se puede tener. El miedo al miedo.

Hay cosas en esta vida que pueden ser muy duras, nos pueden intimidar, hacer que cada paso que demos miremos a los lados con ese temor que nos inspiró Newton, la dichosa acción-reacción, que nuestras acciones nos deparen una respuesta demasiado difícil de manejar, pero la gran mayoría de las veces asumimos este riesgo, seguimos adelante y continuamos nuestro camino. Esta situación es bastante habitual, en parte es nuestro instinto de supervivencia, pero, ¿qué pasa cuando esta sensación se desmadra?

Ahí llega el miedo al miedo. Es un miedo muy concreto, muy fácil de perfilar pero, con toda probabilidad, el peor de los miedos. Es ese miedo que nos paraliza por completo, que nos impide seguir adelante, que no nos deja ya ni tan siquiera evaluar las situaciones que nos rodean. Es el miedo a tener miedo a diferencia del miedo a pasarlo mal (ya sea física o psicológicamente). Este miedo en concreto crean una tremenda inseguridad y un estancamiento brutal, que hace que el individuo en cuestión se quede petrificado ante la vida que tiene, sin disfrutar de lo bueno ni de lo malo. Porque, a fin de cuentas, esto va de arriesgarse, de preguntar a esos niños que tienen un balón si puedes jugar con ellos, de conseguir que tus padres te dejan salir de noche, de besar a esa chica que tanto te gusta, de elegir la carrera adecuada, afrontar esa entrevista de trabajo... y un largo et cetera que todo el que haya vivido lo suficiente conoce de sobra. Pocas cosas hemos hecho con la total certeza de que iban a salir bien. Así que, ¿qué hacer con el miedo al miedo?

Lo primero es ser conscientes de que hay que erradicarlo. Parece sencillo, pero no lo es, este miedo se autojustifica y tiene sus propias defensas. Hay que estar alerta y, cada vez que realmente dejemos de hacer algo, tener claro que sí tenemos una buena razón para no hacerlo (no saltéis de un piso 10 que duele). Lo segundo es actuar. Si llegas aquí ya vas bien. Actuar, actuar, actuar y actuar. Las probabilidades de hacer algo que nos va a reportar una mala situación son tan ínfimas que merece la pena, total, tenemos ya claro que no puede ser peor, estas paralizado, no actúas, no haces nada, tu vida pasa volando frente a ti y te la estás perdiendo porque te da miedo perdértela ¿no? Tercero y última acción: perseverancia. Si sigues actuando, si no cesas de caminar al final ese miedo a tener miedo irá desapareciendo.

Todo esto puede parecer muy banal, muy obvio, un mero ejercicio de distracción pero os hablo desde la experiencia. Así que cuidadito. Valor y al toro.

3 comentarios:

  1. Muy bien!!!, pero no es banal, ni parece fácil, al contrario,yo diría que es lo más difícil, superar ese miedo al miedo, sobre todo porque hay mucha gente que lo necesita como excusa para sus no-acciones. Hay un gran complejo de victimismo, de ser débil, de pedir compasión, y eso hay que superarlo, primero: superando el miedo, no eliminándolo, porque tener miedo es humano, incluso bueno, te permite estar más alerta, a partir de ahí, aceptarlo y superarlo.
    P.D. Mándame L'amour en fuit, se te ha olvidado que ya estoy libre.

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  2. El martes, jueves y viernes estaré por la biblio de tu barrio por la mañana.
    Eso si que da miedo.
    Saludos!!!

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